Puente para el AVE, Osera de Ebro
Javier Manterola 

Puente para el AVE, Osera de Ebro

Javier Manterola 


El trazadode la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona ha precisado de una adecuación previa, tanto del territorio por el que van a discurrir las vías como de los núcleos urbanos que van a alojar las distintas estaciones. Mientras en Zaragoza están a punto de concluirse las obras de la nueva terminal, en el vecino municipio de Osera de Ebro, a treinta kilómetros de la capital, un nuevo puente cruza el cauce del río más caudaloso de la Península, permitiendo el paso del tren hacia los Monegros en su ruta hasta la ciudad condal.

Los condicionantes técnicos exigían una estructura capaz de salvar una luz de un centenar de metros, soportando el paso de trenes a 350 km/hora. Para ello se recurrió al diseño de una gran viga hueca, de 546 metros de longitud y 120 de luz principal. A modo de tubo, esta viga es capaz de soportar el peso tanto de lo que tiene sobre ella —el balasto, la vía, las instalaciones, las aceras, las defensas y los báculos de electrificación—, como del tren que la atraviesa. Una serie de perforaciones circulares en los lados y rectangulares en la parte superior hacen más amable y luminoso el hecho de adentrarse en la estructura, si bien comportan una mayor complejidad estructural: convierten el tubo en una viga Vierendel de 9 metros de canto y 16 de ancho, reduciendo por tanto su eficacia resistente. Ello ha obligado a la determinación de los esfuerzos y desplazamientos por la técnica de elementos finitos, y a una solución de los mismos con un postensado longitudinal y vertical en las almas.

Morfológicamente el nuevo puente es una viga hueca que interioriza los elementos funcionales, y cuyas perforaciones convierten el paso a su través en una experiencia luminosa, distanciando su imagen de la del túnel.

El comportamiento estructural del puente permite una luz de 120 metros. La sucesión de dovelas de 18 metros de sección y prefabricadas in situ se ensambló mediante la técnica de empujes sucesivos.

La esencia estructural del puente se manifiesta en la técnica constructiva. Una dovela de 18 metros de longitud de sección total se hormigona en un parque de fabricación, fijo en la orilla. Una vez que el hormigón se ha endurecido y pretensado, se empuja la pieza hacia adelante con la ayuda de un ‘pico metálico’de avance y gatos de empuje, dejando libre el parque para que se hormigone la siguiente pieza, que se une por pretensado a la anterior. Se empujan ambas hacia adelante, y sucesivamente hasta que al final medio puente, con 7.600 toneladas de peso, se eleva sobre el cauce enfrentado a la otra mitad, a la cual se une con una dovela de cierre de 6 metros de longitud, que se pretensa. Dos dovelas singulares, con un corte diagonal de sus secciones en los extremos más próximos a la orilla, marcan el comienzo y el final del tubo. Las pilastras verticales se van sucediendo de dos en dos, dejando entre ambas un vacío con forma de arco invertido visible en el tramo más cercano al río y levemente insinuado en el tramo previo, incidiendo en el ritmo que las perforaciones imprimen al tubo superior.


Cliente Client

G.I.F., Ministerio de Fomento

Ingenieros Engineers

Oficina de Proyectos de Carlos Fenández Casado: Javier Manterola, Antonio Martínez 

Contratista Contractor

Vías y Construcciones, José Luis López, Miguel Torres (ingenieros de obra site supervision)

Fotos Photos

Carlos Fernández Casado S.L.