Museos de Arte Moderno y de Arquitectura, Estocolmo (en proyecto)
Rafael Moneo 

Museos de Arte Moderno y de Arquitectura, Estocolmo (en proyecto)

Rafael Moneo 


El emplazamiento elegido para el nuevo Museo de Alte Moderno y el Museo de Arquitectura está situado en la isla de Skeppsholmen, en el espacio creado tras la demolición del pabellón del actual museo, y ocupará también la zona que ha queda abierta frente a la Tyghuset.

En primer lugar, hay que decir que la considera­ción de la colección contenida en los dos museos ha sido de la mayor importancia. La diversidad es probablemente la característica más sobresaliente de esta colección.

Por un lado, el Museo de Arte Moderno debería conservar y mostrar al público su valiosa colección de pintura y escultura suecas. Por otro lado, el Museo posee también ejemplos sumamente impor­tantes de obras de vanguardia de los años cincuenta, sesenta y setenta, incluyendo piezas fundamentales de los artistas más relevantes de esta época. Estas obras merecen ser expuestas en un espacio a la altura de su importancia y que Ies proporcione la dignidad que requieren.

La arquitectura de los nuevos museos debería responder a sus delicados alrededores y no caer en la tentación de la monumentalidad, estableciendo al mismo tiempo un diálogo —siempre de un modo ligero y discreto— con un entorno en el que la fragmentación y la intervención mínima son los rasgos más típicos.

De acuerdo con esto, la arquitectura que se pro­pone es discontinua y quebrada, como la ciudad de Estocolmo, siempre dispuesta a respetar e incorpo­rar una geografía rica en accidentes a los que se adapta la arquitectura, creando así una atmósfera pintoresca y animada que afortunadamente siempre está lejos de resultar artificial. De trascendental importancia para la consecución de una arquitectura con estas características —y que, al mismo tiempo, satisfaga el programa de necesidades— es la forma de las salas de exposición, un elemento clave en un edificio de este tipo. Se ha optado por una mezcla de salas cuadradas y rectangulares en las que un techo piramidal proporciona tanto una buena ilumi­nación como una adecuada altura, algo que se con­sidera fundamental para el museo. La sección mues­tra con claridad que en este tipo de sala de exposi­ción se puede resolver tanto la iluminación natural como la artificial.

Tal vez sería útil señalar que este tipo de estruc­tura de galería tiene como predecesores la Dulwich Gallery (de John Soane) y, más recientemente, el MOCA de Los Ángeles (de Arata Isozaki), el Port­land Museum (de Ieoh Ming Pei) y la ampliación de la National Gallery de Londres (de Venturi y Scott Brown). Todos ellos, junto con la experiencia en el diseño del Palacio de Villahermosa —que albergará la colección Thyssen—, han llevado a proponer con cierta confianza esta solución para el Museo de Arte Moderno de Estocolmo.

El acceso se realiza discretamente a través de los muros del Arrestbyggnaden. Una entrada común obliga al visitante a tomar una decisión: hacia el norte, el Museo de Arte Moderno; hacia el sur, el Museo de Arquitectura. Junto al vestíbulo que en­laza ambos museos en la planta superior están situa­dos el guardarropa, los aseos y los almacenes. En­frente se encuentra un amplio mostrador de infor­mación y las entradas al espacio de exposiciones temporales, que disfruta de cierta independencia y puede subdividirse si es necesario. En la parte tra­sera está ubicado el bar-restaurante, que ofrece una espléndida vista panorámica del mar y la ciudad.

Si se elige visitar la colección de pintura y escul­tura del Museo de Arte Moderno, una galería abierta —que permite ver intermitentemente el jardín y la austera arquitectura de la Tyghuset—conduce hacia la agrupación de salas de exposición. Las plantas muestran que esta galería lineal es la espina dorsal del edificio y establece la comunicación entre los espacios de almacenaje y la colección permanente.

Como ya se ha mencionado, las salas están agru­padas en bloques compactos, lo que permite una presentación flexible de la colección. Entre los blo­ques de las salas se toma contacto con el exterior, lo que provoca la deseada transición de un grupo a otro. La variación de tamaño en las salas cuadradas y rectangulares pretende reflejar y satisfacer las diversas necesidades de exhibición que el nuevo museo exige.

Si desde la entrada común el visitante opta por dirigirse hacia el sureste —a la derecha—, se encon­trará con el Museo de Arquitectura, que ocupa la totalidad del antiguo edificio de la Exercisskolan y que se extiende en un ala conectada con el edificio 129 del Svenskundsvágen. El espacio del antiguo gimnasio se convierte en una sala de exposiciones destinada a albergar la colección permanente. En el flanco sur se encuentran los seminarios, los archivos públicos y los estudios, así como un pequeño café abierto a una terraza que da al jardín donde se han colocado las estatuas de cemento de Picasso...[+]


Cliente Client
Byggnadsstyrelsen (Consejo Nacional de Obras Públicas) Swedish National Board of Public Works.

Colaboradores Collaborators
Michael Bischojf, Bobby Robinowitz y Lucho Marcial.

Maquetistas Modelmakers
Juan de Dios Hernández y Jesús Rey.

Fotos Photographer
Juan Pando.