Vivienda y estudio en un caserío de 1723, Essex
John Pawson 

Vivienda y estudio en un caserío de 1723, Essex

John Pawson 


Conocida en otro tiempo por sus actividades agrícolas y ganaderas, Essex es una comarca situada al noreste de Londres que, por su potencial paisajístico y ante el alza de los precios de la vivienda en la capital, está transformándose en el lugar de residencia elegido por muchos artistas y profesionales liberales que no necesitan de la proximidad a la gran ciudad para realizar su trabajo. Éste es el caso de la fotógrafa Fi McGhee, que ha habilitado una granja en ruinas para vivir y trabajar junto a su familia y cerca de su caballo. Tras un proceso de rehabilitación que ha durado cinco años, este complejo agropecuario construido en 1723 ha conservado su rasgo esencial: el carácter aditivo de las naves de cubierta inclinada dispuestas en torno a un patio cuadrado abierto por uno de sus flancos al paisaje de la campiña.

Sin quitar ni añadir nuevos cuerpos a lo existente, la planta en U del conjunto ha permitido una zonificación clara del programa en un solo nivel. El establo ocupa así el lado más corto, los aseos y dormitorios el segmento intermedio y la zona de día el tramo de mayor tamaño. Rematando este último flanco, un antiguo establo en el que un potente entramado de madera se extiende desde las paredes hasta la techumbre alberga ahora el estudio de fotografía y el estar alrededor de una gran chimenea. El comedor y la cocina se sitúan a continuación, en un ámbito diáfano abierto al patio y al paisaje a través del gran ventanal de suelo a techo que ha sustituido al cerramiento original de ladrillo. Con dimensiones bien alejadas del Existenzminimum, el proyecto renunció a una compartimentación excesiva que hubiese acabado con los rasgos esenciales de la arquitectura de partida: la amplitud espacial y la percepción interior de las cubiertas inclinadas. Con la misma intención, los muros que ahora delimitan las estancias evitan en la medida de lo posible el contacto con el cerramiento.

Para apoyar la fluidez espacial pretendida y subrayar la sucesión de vigas de madera que hila los distintos ámbitos, la paleta de materiales empleados es intencionadamente reducida y neutra. Los tabiques pintados de blanco y un suelo continuo de hormigón pulido que se extiende tanto por las zonas de estancia como por las dependencias de servicio subrayan así el carácter contenido de una intervención en la que no hay rodapiés y las puertas carecen de dinteles. Dentro de este marco sobrio y austero, los aparatos sanitarios—realizados con piezas de piedra de grandes dimensiones— se presentan como enormes esculturas, abstractas y mudas.


Cliente Client

Fi McGhee

Arquitectos Architects

John Pawson

Colaboradores Collaborators

Vishwa Kaushal, Niall Maxwell

Fotos Photos

Fi McGhee