Universidad de Constantine
Oscar Niemeyer 

Universidad de Constantine

Oscar Niemeyer 


Encomendada por el presidente Houari Boumedienne, que permaneció en el poder de 1965 a 1978, y coordinada por el ministro de educación Ahmed Taleb (después sustituido por Mohamed Seddik Benyahia), la Universidad de Constantine, hoy denominada Universidad Mentouri Constantine es un complejo educativo, así como la obra más significativa de Niemeyer en Argelia. Constantine es la tercera ciudad de Argelia y dista de la capital cerca de 400 kilómetros en sentido este.

El terreno donde se sitúa la universidad era «una meseta bellísima que presentaba una hermosa vista de la ciudad», recuerda el arquitecto. En este proyecto, de forma más evidente que en otros de la fase europea, Niemeyer demuestra las posibilidades técnicas del hormigón armado a través de la creación de grandes luces estructurales.

«En esta fase prevaleció el propósito de llevar conmigo no sólo la libertad plástica de mi arquitectura, sino también la vanguardia de la ingeniería brasileña», relató, refiriéndose al cálculo estructural realizado por su coterráneo Joaquim Cardozo. Sobre la Universidad de Constantine, Niemeyer también dijo: «los grandes espacios libres, luces de cincuenta metros, voladizos de veinticinco, una arquitectura tan importante que en ella desaparecieron las deficiencias de la mano de obra local».

De los más de cuarenta edificios que formaban inicialmente el proyecto, el programa didáctico fue resumido en dos bloques. El primero, destinado a las aulas, es el volumen más destacado y está apoyado sobre pilares, con la estructura descrita anteriormente por Niemeyer. El otro, para laboratorios, compone un pabellón de forma curva. Así el proyecto, al igual que el de la Universidad de Brasilia, reúne en un único volumen todas las facultades. Tal propuesta pretendía dar flexibilidad y centralización a la estructura universitaria. Además de éstos, hay otros edificios que componen el complejo: uno para el aula magna —un magnífico auditorio con una luz de ochenta metros, sostenido por una viga situada sobre la bóveda de hormigón, como en el Memorial de América Latina, creado en 1987—, la biblioteca, el edificio administrativo, el gimnasio y los alojamientos (no construidos). En el proyecto estaban previstas conexiones subterráneas (no realizadas) entre los edificios.

Por razones económicas y por seguridad antisísmica, los edificios fueron construidos empleando piezas estructurales prefabricadas y premoldeadas. Entre los arquitectos que colaboraron en el proyecto destacan José Lopes, Luís Marçal, Fernando Burmeister, Jorge Valle y Pablo Ortúzar... [+]