Una villa, Morbio Superiore
El capricho de la perfección

Una villa, Morbio Superiore

El capricho de la perfección


Mario Botta es famoso por la serie de casas que ha ido construyendo en las laderas de su región, el cantón italiano de la Confederación Helvética. Todas ellas son variaciones del mismo tipo de construcción geométrica y cerrada que forma objetos netos en el paisaje; Botta habla de integración en el paisaje por contraposición, sin repetir modelos del caserío clásico del Ticino. Los introductores del concepto del nuevo regionalismo, o regionalismo crítico, ven en estas otras una reinterpretación de la tradición sobre bases autóctonas. Para Frampton, el trabajo de Botta es suizo, por su nitidez y su carácter pulido, y es regionalista porque responde al lugar con términos propios del mismo.

De las casas de Botta, extraña la pulcritud de su construcción, deliberadamente elemental, y la impecable conservación que admira Rob Krier. Son casas donde la idea que ordena el espacio exige mucho, pero son casas costosas en las que se sacrifican los tópicos domésticos a la expresión arquitectónica. El dato que las integra en el paisaje es la referencia a la construcción agrícola o militar; el orden que imponen a la vivienda se parece al de un castillo, tiene la lógica de un secadero de grano, de un troje con solana.

Botta se inserta en la tradición de Kahn o de Scarpa, por la expresión de sus escuetos elementos constructivos y por la definición geométrica de los espacios, pero reduciendo al mínimo el mecanismo de articulación de usos y espacios; resultan espacios complejos, pero unitarios y simétricos. Las metáforas formales (la fachada es como la chimenea, la planta es como el alzado) se basan en un orden estricto, pero tan evidente, que hacen de esta arquitectura un ejemplo útil para repetir en condiciones académicas. En cambio, es difícil imitar la sensibilidad con que se traducen las tradicionales y austeras fábricas de ladrillo, madera o piedra, en bloques de cemento, metal y hormigón…[+]