A caballo entre lo curvo y lo lineal, esta torre residencial de lujo de 306 metros de altura se perfila como uno de los techos del skyline neoyorquino. Su organización en L —derivada de la forma y de la orientación del terreno— permite al edificio volcarse hacia Central Park, que adquiere así un gran protagonismo con respecto al conjunto. En una suerte de tributo al gran pulmón de la ciudad, el hotel y las mejores viviendas del rascacielos se orientan hacia el Sureste, generándose de este modo unas vistas privilegiadas del parque en toda su longitud.

Al ser asimétrica, la organización en L privilegia la más extensa y mejor orientada de las fachadas, la Sur, compuesta por piezas vítreas que, mediante un juego formal y cromático, consiguen evocar la ilusión de una cascada fluyendo en el corazón de Manhattan.

Todo el énfasis del proyecto recae, por tanto, en la utilización de la luz solar como un material más: de cara al exterior, esta resbala por la superficie de las fachadas de vidrio a la manera en que lo haría el agua en una catarata natural; en el interior, sin embargo, penetra y baña todos los espacios, que se piensan siguiendo un criterio de aprovechamiento de las ventajas térmicas y energéticas de la iluminación natural. Este planteamiento hace que la luz, como el agua en la naturaleza, presente diferentes niveles de intensidad.


Obra Work

One57 Tower 157 West 57th Street, New York.

Cliente Client

Extell Development Company.

Arquitectos Architects 

Christian de Portzamparc.

Consultores Consultants 

SLCE Architect LLP (gestión de obra executive architect); Michael Parley / Development Consulting Services Inc. (zonificación zoning); WSP Cantor Seinuk (estructuras structures); AKF (instalaciones installations); IBA Israël Berger & Associates NY (fachada facade); Terrain NYC (paisajismo landscaping).

Fotos Photos 

Fernando Alda, Wade Zimmerman.