El diseño de esta pasarela tendida sobre el río Voss, en la localidad noruega del mismo nombre, da respuesta a dos exigencias fundamentales: el aprovechamiento de las pilas de un viejo puente en suspensión levantado en el mismo enclave antes de ser destruido por una crecida; y la creación de un hito arquitectónico reconocible por los ciudadanos y capaz de dialogar con el impresionante paisaje del enclave.

El primer requisito se atendió gracias al sistema estructural elegido: una sencilla viga en celosía apoyada en las pilas preexistentes, y construida con un entramado de vigas de acero cortén cuyos montantes y diagonales adoptan una modulación coherente con los ejes de dichas pilas. 

Por su parte, el segundo requisito se tuvo en cuenta a la hora de pensar en la geometría de la pasarela y sus acabados. Así, el puente se dispone con serenidad en el terreno, resonando con el paisaje a través del contraste de formas; el ancho y la apertura de los laterales permiten, además, que los vecinos puedan utilizar la estructura como una plataforma de pesca, como en el viejo puente; y, finalmente, todo el conjunto se reviste con madera acetilada de Acoya, que se empasta con el acero cortén de la estructura y dota de calidez a los revestimientos...
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