Nueva terminal del aeropuerto de San Pablo en Sevilla
Rafael Moneo 

Nueva terminal del aeropuerto de San Pablo en Sevilla

Rafael Moneo 


Casi desde los orígenes de la aviación y con admirable insistencia, la arquitectura de los aeropuertos ha pretendido acercarse al siempre sofisticado mundo industrial de la aeronáutica con edificios que aluden formalmente a él. La experiencia nos enseña, sin embargo, que los aeropuertos se resisten a ser equiparados con los aeroplanos, tanto en términos materiales como formales: estos pertenecen al cielo; aquellos, al mundo de lo construido en tierra, y se caracterizan por ser lugares de tránsito.

A lo anterior debe añadirse que los aeropuertos suelen ser enclaves ubicados en el campo, sin otra referencia a la ciudad que las vías que los unen a ella; de ahí la importancia que, en este proyecto, se dio a la relación entre la terminal y la carretera. Como en algunos proyectos de Le Corbusier, la carretera se adentra en el edificio, para ligarse a un espacio-antesala plantado con naranjos, y para contribuir decisivamente a la definición de la estructura. En la nueva terminal, la vía de enlace con la ciudad se convierte en origen de la geometría de los diafragmas paralelos que son responsables tanto de la planta como de toda la geometría del conjunto.

En el nivel superior, los diafragmas se ordenan como vía de servicio, vestíbulo, servicios, corredores, rampas, embarques y fingers; en el nivel inferior, se convierten en fingers, rampas, corredores, vestíbulo y vía de servicio. Al contemplar la sección se advertirá la singular importancia que en ella toma el amplio diafragma que contiene los vestíbulos –tanto de salidas como de llegadas—, hasta el extremo de que cabría entenderlo como un edificio autónomo, dado que todas las construcciones que gravitan en torno a él pueden considerarse subsidiarias. Una doble serie de cúpulas —apeadas en importantes arcos apoyados en una columna rematada en singular capitel que hace posible la transición y que es crucial para la definición figurativa del ámbito— genera un dilatado, casi infinito espacio, en el que se dibujan con claridad los testeros longitudinales.

En el aspecto de la nueva terminal resulta clave el cerramiento de bloque de hormigón, elaborado con arenas locales que le proporcionan un tono amarillento bien característico. Deben destacarse también las cubiertas, que evidencian con más claridad que ningún otro elemento la lógica de la construcción. Resueltas a la manera tradicional, se han empleado en ellas tejas vidriadas con un acabado capaz de reflejar la altura del sol a todas las horas del día. El azul intenso de las cúpulas y los paramentos interiores encuentran un eco en el exterior, e intensifican un contraste que tiene valor en latitudes donde la luz es tan fuerte...[+][+]


Cliente Client
Organismo Autónomo de Aeropuertos Nacionales (OAAN)

Arquitecto Architect
Rafael Moneo

Colaboradores Collaborators
Emilio Tuñón, Luis Moreno, Aurora Fernández, Fernando Iznaola (arquitectos architects); Vicente Álvarez, (ingeniero aerónautico aeronautic engineer); Francisco González Peiró (aparejador quantity surveyor) 

Consultores Consultants
Mariano Moneo (ingeniero estructura structural engineer); Intecsa (instalaciones mechanical engineering); Estudio Moneo/AKABA (mobiliario furniture design); Control y Aplicaciones (iluminación lighting) Novotec, Prointer; Enric Satué (señalética signage)

Contratista Contractor
Dragados y Construcciones

Superficie Floor area
61.940m²

Fotos Photos
Duccio Malagamba, Michael Moran/OTTO