Casa para una peluquera, La Canya
RCR Arquitectes 

Casa para una peluquera, La Canya

RCR Arquitectes 


Apostada en un recodo de la carretera que une Camprodón con Olot, la localidad de La Canya está creciendo a partir de urbanizaciones residenciales que en poco se diferencian de las que rodean las grandes ciudades. Pero su ubicación en esta comarca rural de la provincia de Gerona hace frecuente la construcción de edificios de nueva planta con tipologías que posibilitan la convivencia tradicional de usos distintos bajo el mismo techo característica de los pueblos. A las afueras de esta aldea, el domicilio habitado por un herrero y una peluquera —situado en la urbanización La Roureda—alberga en un volumen compacto las dependencias privadas de la pareja y el salón donde la mujer recibe a su clientela.

Siguiendo la tradición rural de acoger los espacios de residencia y de trabajo bajo un mismo techo, esta casa alberga la vivienda de una pareja en la planta alta y reserva el nivel inferior para la peluquería de la mujer.

Formada por dos paralelepípedos maclados, la casa adquiere una escala no necesariamente doméstica que afirma su doble condición de vivienda y lugar de trabajo. Un prisma blanco alberga así en la planta inferior la zona pública, reservando el nivel superior para una vivienda que se abre a las vistas lejanas con un gran mirador metálico. Un amplio portal pasante atraviesa en planta baja la casa para dar acceso al garaje y a la peluquería, comunicando visualmente la calle con el jardín posterior. En este umbral abierto —situado medio piso por de bajo de la cota de la carretera de acceso— desemboca también la escalera de la vivienda, organizada como la zona de atención al público en tres cuerpos simétricos. El vacío que atraviesa la planta baja se corresponde en el nivel superior con la terraza y una gran sala de estar en torno a la que se ordenan dependencias como dormitorios, cocinas y baños. Las ventanas de todas las estancias se agrupan al norte y al sur en dos bandas enmarcadas por el cajón metálico del mirador, transformando la casa en una atalaya elevada que anuncia la actividad del negocio familiar en la distancia.

Un gran umbral cubierto atraviesa la parte inferior de la casa, actuando como un zaguán de acceso a la peluquería y a la vivienda. Sobre este vacío se sitúa la terraza de la planta alta, a la que se abre la estancia principal de la vivienda.

La construcción subraya la nitidez volumétrica del proyecto. La piedra caliza de Cabra reviste el cuerpo principal, sobre el que se apoya la estructura de tubo metálico del mirador. A esta estructura se suelda un trasdosado de piezas de acero cortén carente de juntas que insiste en la abstracción propuesta. De este mismo material se realizan las piezas rectangulares hincadas en vertical que cercan el recinto, en una posible alusión a la profesión del dueño. La reducida dimensión de las carpinterías funde en un plano único de vidrio los huecos de las ventanas, desdibujando la compartimentación interior de un edificio pensado para vivir y trabajar disfrutando de las ventajas del campo.

La nitidez volumétrica de la casa se apoya en dos materiales: la piedra caliza del cuerpo principal y la chapa de acero cortén utilizada en los elementos que cercan la parcela y como revestimiento de la estructura del mirador.


Cliente Client
Carles Plujá & Lidia Cervosa

Arquitectos Architects
Rafael Aranda, Carme Pigem & Ramón Vilalta 

Colaboradores Collaborators
M. Subirás; P. Rifá (aparejador quantity surveyor); A. Blázquez, LL. Guanter (estructura structure)

Fotos Photos
Eugeni Pons