Incrustada en el pórfido oscuro y sobre una pendiente acusada, esta vivienda emerge en la ladera norte del Puig Gros, un pequeño promontorio que protege el puerto del pueblo gerundense de Port de la Selva, en la Costa Brava. Optimizando la orientación solar y las vistas al horizonte marino, la construcción de hormigón y dos alturas fragmenta su nivel superior en dos volúmenes, conectados por un nexo vidriado que actúa como pantalla contra la Tramontana. El nivel inferior establece relaciones más íntimas con el exterior mediante patios.

Fotografías: Marià Castelló