Pieles precisas: extrusión y expresión

1971-1977

31/08/1999


Durante cuatro arduos años, Foster Associates habían transformado radicalmente los espacios del trabajo, y este itinerario exigente culminaría en 1971 con una obra destinada a convertirse en un hito de la arquitectura contemporánea: la sede en Ipswich de la compañía de seguros Willis Faber y Dumas, un edificio de extraordinario rigor y fuerza que ocuparía al estudio a lo largo de los cuatro años siguientes. Las dimensiones y la importancia de este encargo obligaron a los arquitectos a dejar el piso alquilado en la oficina del ingeniero Tony Hunt cuando se inició el proyecto de IBM, de manera que Norman Foster y su equipo se trasladaron a un bajo en Fitzroy Street que remodelaron aplicando muchos de los conceptos desarrollados en los umbrella buildings, desde la flexibilidad de la planta hasta la integración de las instalaciones, y en este caso usando también la elaborada fachada reflectante de vidrio que habían probado en Fred Olsen y en IBM. En esta oficina permanecerían durante la década de los 70, un periodo a lo largo del cual los intereses del despacho se desplazarían del refinamiento de las pieles a la emoción de los esqueletos, y del silencio neutro del final de los 60 al expresionismo espectacular del comienzo de los 80. Durante los primeros años en Fitzroy Street, Foster continuó desarrollando el contenedor abstracto, en cuyo diseño ganaron importancia las preocupaciones ambientales alimentadas por la crisis energética de 1973; y en diferentes proyectos se probó un nuevo tipo de nave extruida que finalmente cristalizaría en otra de las obras maestras del estudio: el Centro Sainsbury. Construido para albergar la colección de arte donada por sir Robert y lady Sainsbury a la universidad de East Anglia, el colosal contenedor ampliaba a una escala heroica la sección extruida que se había ya empleado en el almacén de Modern Art Glass, situando bajo el mismo techo una escuela de arte, salas de exposición, estudios, laboratorios y un restaurante. De la misma forma que en Olsen se mezclaban trabajadores manuales y administrativos, en IBM personas y ordenadores, y en Willis Faber trabajo y ocio, en el Centro Sainsbury convivían objetos artísticos y la enseñanza del arte, dando forma con exquisito rigor al espíritu alegre, igualitario e iconoclasta de los años 60. Los Sainsbury, que con el tiempo llegarían a ser grandes amigos del arquitecto, lo habían elegido después de visitar el centro social de Fred Olsen en los muelles de Londres, lo mismo que había sucedido antes con los clientes de IBM y Willis Faber, confirmando así el papel crucial del naviero escandinavo en los inicios de la carrera de Foster...[+]


Etiquetas incluidas: