La evolución de las formas

Invierno

Luis Fernández-Galiano 
30/04/2010


La vigencia de Darwin se extiende a la arquitectura. En 2009, la coincidencia del segundo centenario del nacimiento del naturalista y el 150 aniversario de la publicación de El origen de las especies ha dado lugar a una proliferación de eventos conmemorativos que se centran en su legado científico y el impacto social de sus ideas, todavía hoy puestas en cuestión por fundamentalismos religiosos de distinto signo. Sin embargo, se ha destacado insuficientemente su influencia en otros campos del pensamiento, y en particular en el de las ciencias de lo artificial, donde el evolucionismo suministró una poderosa herramienta de análisis, no siempre bien utilizada. Este es el caso de la arquitectura, para cuya interpretación el darwinismo ofreció una nutrida colección de analogías biológicas, con frecuencia beneficiosas porque subrayaban la conexión entre el organismo arquitectónico y el medio natural, pero también fuente de equívocos y distorsiones, al presentar la evolución cultural con los rasgos de la evolución propiamente biológica.

Desde luego, la intuición de Darwin tuvo consecuencias tan trascendentales para las ciencias de la naturaleza, al presentar al conjunto de los seres vivos como un tapiz tejido con lógica impecable, cuyo desarrollo irreversible introducía el tiempo histórico en el medio natural, que la celebración de su persona y de su obra debe necesariamente situarse en el terreno específico de la ciencia. Al propio tiempo, la oposición a la teoría de la evolución encabezada por los movimientos creacionistas o los partidarios del diseño inteligente —amparados por los cristianos evangélicos americanos y por muchos ulemas islámicos, en el mundo musulmán y en Occidente— es tan fervorosa y desconcertante que explica bien la presencia abrumadora en los medios de la polémica religiosa sobre la enseñanza escolar de la evolución, como si estas ideas del siglo XIX no hubieran llegado al xxi sobreabundantemente validadas por el registro fósil, la genética y la biología molecular. Con todo, más allá de homenajear su herencia científica y deplorar su persecución social, la conmemoración de Darwin debe servir para recordar algunos de los hitos que se enredan en la madeja de su influencia cultural...


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